ESTO NO ES FÁCIL

Esto no es fácil. Otra vez me veo enfrente de una pantalla y me dispongo a cumplir una de las miles de metas que nunca logro cumplir en mi vida.

Una vez más estoy aquí esperando hacer algo que no estoy claro de para que lo hago y para qué me molesto. Pero que al final de cuentas hago, porque no puedo controlar esa eterna sensación de insatisfacción que me dice que debería hacer algo con todos los pensamientos que traigo dentro.

¿Hago esto por fama? ¿Hago esto porque estoy aburrido? ¿Hago esto porque realmente lo necesito? ¿Quiero ser un artista? A diario batallo con la necesidad de demostrarme a mí mismo que tengo un talento. Pero, ¿en verdad tengo uno? Quiero ser artista… ¿Pero artista de qué?

¿Vale la pena que escriba un montón de ideas, para que nadie las lea? No sé, pero aquí estoy. Escribiendo por que eso creo que es lo único que sé hacer. Porque es lo único en lo que me siento cómodo. Porque es lo único que me da seguridad. Y ni en esto, creo que soy bueno.

Me comprometo a ser honesto. Por millonésima vez. Esta vez sí. Esta vez escribiré lo que siento, lo que temo, lo que disfruto. Ya no tengo 17 años. Ya no creo que valga la pena ocultarme en media palabras, igual cuando me muera, nadie me va a recordar y ni Google, ni el servidor en donde hoy guardo los ceros y unos de esta patética introducción van a existir.

Pero escribo para mi, en este mundo en el que todos hacemos lo que hacemos por alguien o algo más. Lo hago para mí, sin la intención de compartirlo con nadie. Lo hago porque debo hacerlo. Porque debo saber si algo, después de tanto, puedo hacer bien.