AY AMOR ME DOLÉS TANTO
Ay amor me dolés tanto. Me duele no tener tus besos, no sentir tu barba. Tus manos pequeñas. Tus bromas crueles. Tu mal aliento. El sabor a sangre de tus besos por tu gingivitis.
Ay amor, me hacés mucha falta. Vivo pensando en las noches en las que dormíamos abrazados, hermosas, pero inútiles porque en la mañana seguíamos discutiendo y en la tarde nos odiábamos. Mi amor, me duele que estés lejos, que no querrás verme.
Ay amor sufro por vos, a pesar de lo hijo de puta que fuiste conmigo.
Amor, nadie te va a amar tanto como yo pude haberte amado. Porque de verdad te amé. Aunque vos, quizás a mi no. Me remplazaste tan rápido que ni tiempo de suplicarte me dio. No lo iba a hacer. Pero ni pensarlo pude.
Ay amor que desperdicio de amor fuiste. Imaginate que te amaba a pesar de todos tus defectos. Yo ya me había conformado con la idea de que vos fueras mi compañero para el resto de mi vida. Mi infierno personal. Mi diablillo de tormentos. Mi misión perdida.
Amor, yo te amé a pesar de que fueras un egoísta. A pesar de que solo yo me esforzara por buscarte. A pesar de que notaba que solo yo era el que te hacía sentir especial. Te amaba aunque en tu cabeza, solo vos tuvieras razón. Te amaba, hijo de puta.
Adoraba ese cuerpo feo. Esas escasas nalgas y ese pene triste. Y aunque no quisieras tener sexo, yo seguía encontrando o imaginando belleza en vos. Embriagado de amor, mi amor. Del amor que no merecías, pero me hiciste sentir con tu completa falta de atención.
Ay amor aún recuerdo todo lo que me decías. Cuando me decías que era egoísta, que era dramático, que era mal novio, que vos mejor debías dejarme y recuerdo lo que me dolía no ser suficiente. No poder aguantar lo suficiente. Tu carrera aún no terminada, el calor de Managua, tus problemas familiares y todas las cosas que te atormentan y que te estresan y que al parecer yo no comprendo.
A veces me siento solo. Más cuando voy por el centro comercial al que solíamos ir, agarrados de la mano, eternos, bellos, cómplices. Inmunes a la envidia y al dolor. Amor, fuiste un mal amor y por eso te amé. Porque a pesar de ser tan mala pareja, yo me hacía el ciego, porque necesitaba, cual droga, verte. Necesitaba servirte. Necesitaba que me usaras, que succionaras mi energía y que me dejaras como tu patética sombra, repitiendo tus chanchadas.
Hasta el mal sexo, te lo perdonaba. Podía masturbarme en el baño y salir amándote otra vez. Prefería masturbarme antes de engañarte. Debí engañarte. No debí dejar de ser yo mismo con todo y mi escorpio en Venus. Debí obedecer a las voces de insatisfacción nacidas de tus escasos dotes de amante. Ay amor me dolés tanto. Pero ya no tenemos más tiempo, ni razones para amarnos.
Y ahora que otro te besa. Que otro te dice lo guapo que sos, maximizando lo bueno y omitiendo lo malo. Ahora que es él y no yo. Me duele. Porque encontraste otra batería. Porque ya no voy a ser explotado. Que duro es sentirse descartable. Basura en la esquina llena de moho. Miserable.
Ya no quiero seguirte buscando. Deseando. Porque a pesar de todo te amo. Recuerdo la vez que lloramos viendo películas, cuando reímos con otras. Cuando me dormía mientras vos jugabas Nintendo. Cuando no alcanzamos en el sofá y terminamos besándonos los pies. Porque a pesar de ser hijo de puta, eras mi hijo de puta y las pizcas de amor que me dabas, eran lo suficiente para seguir enganchado a vos, pero no demasiado como para satisfacerme.
Las veces que salimos a pasear. Las veces que me dijiste que me amabas y me amarías para siempre. Y yo te decía que también, que te amaría para siempre y vos me decías que no. Y mirá, te equivocaste amor, yo sí te amé para siempre.
Te amo y ya no estás aquí para humillarme por cómo me siento. Y ahora que ya no te tengo. Solo espero que recibás lo que merecés, amor.
Comentarios
Publicar un comentario